Foto: Carneros
El chef de origen peruano y empresario gastronómico Emilio Peschiera, quien fue uno de los primeros en importar los sabores del Perú a Chile hace ya tres décadas, es un fanático de la Patagonia desde que la conoció, allá por los años 90 cuando fue a cocinar a un crucero. Desde ese entonces se hizo adicto a sus paisajes y, por supuesto, a toda la fauna comestible que uno puede encontrar allá.
Por eso, cuando decidió darle un giro a su emblemático restaurante Emilio, lo primero que pensó en abrir fue un asador patagónico. Así nace Carneros, su doceavo restaurante y el primero que casi no tiene relación con la gastronomía peruana por la que ganó buena fama –aunque se asoman algunos guiños por ahí–, que se especializa en una cocina sabrosa, directa y sin parafernalias protagonizada por ingredientes patagónicos como cordero, centolla, ruibarbo y calafate. “Aquí el producto manda”, dice Peschiera.
Centolla fresca. Foto: C. G.
Para esto, se alió con un experto en los sabores y productos del fin del mundo: Jorge Luksic, quien no sólo es uno de sus mejores amigos, sino también uno de los mejores proveedores de esas latitudes. De él son las espectaculares Centollas que aquí venden ($ 16.800 los 150 gramos) –fresquísimas y sin congelar, de un sabor profundo y elegante, como pocos lugares de Santiago las ofrecen–; los tiernos Corderos que asan al palo ($ 14.900) o en forma de seco ($ 12.500), que se deshacen de solo mirarlos; los imperdibles Pejerreyes fritos ($ 7.500) del Estrecho de Magallanes, crocantes por fuera y tiernos por dentro, perfectos con la salta tártara que los acompañan; y los Ostiones de glaciar, una mantequilla dulce en boca, que vienen en un sabroso cebiche con miel y merquén ($ 13.000); entre otros productos.
Pejerreyes del Estrecho de Magallanes fritos. Foto: C. G.
Hay cordero en cinco versiones, también carnes a la parrilla y pescados. Entre estos últimos destaca la Cojinova austral cocinada a la sal ($ 18.000), de sabor suave, elegante y profundamente marino; una delicia para compartir entre tres o cuatro personas. Acompáñala con la Pastelera ($ 2.300), levemente dulce y con buenas dosis de albahaca. Y ojo, no dejes de pedir de postre el infartante Acaramelado de manzana ($ 4.200): un delgado panqueque con manzanas en láminas, bañado en un crocante caramelo –que hace crack de solo mirarlo– y helado de auténtica vainilla.
Carneros. Avda. San José María Escrivá de Balaguer 5970, Vitacura. Lunes a sábado de 13 a 16 horas y de 20 a 24 horas, domingo de 13 a 16 horas y de 20 a 23 horas. Tel.: 22218 3773. Más información en www.carneros.cl.