Una amplia y cómoda terraza con patio y mesas para compartir. Excelente música indie sonando desde los parlantes. Y una cocina sabrosísima y sin pretensiones que le sacaría una sonrisa hasta al mañoso más acérrimo. Esa es la sencilla y efectiva fórmula de Bravo 951, que con apenas seis días de vida ya se presenta como el gran estreno del verano.
Ubicado a pasos del metro Salvador, en una pequeña calle cercana a José Miguel Infante, tras el proyecto están tres amigos y diseñadores, creadores de la estilosa agencia Telefunken –que trabaja con productoras musicales como Fauna y Lotus–. De ahí a que todo el diseño sea relajado, pero con cuidados detalles, como una hermosa y larga barra al interior, enormes mesas de madera, y estupendas ilustraciones elaboradas por artistas como Onlyjoke.
Pero hay más. Este local no se queda sólo en las formas, sino que también se luce en sus preparaciones, que incluye una carta con tragos de autor y clásicos imbatibles, como el negroni y el old fashioned preparados como deben ser, a precios entre $ 4.500 y $ 5.500. Y, por supuesto, delicias dulces y saladas, que siguen el estilo de la cocina comfort food. “Quisimos hacer todo lo más informal posible, mezclando todas las cosas ricas de países como México, Estados Unidos y Chile, pero siempre manteniendo la calidad de la comida”, cuenta Diego Salinas, uno de sus dueños. Eso se traduce en una carta que incluye tacos, hamburguesas, hot dogs y costillitas de chancho, además de varias opciones vegetarianas.
¿Qué probar? Sí o sí alguna de sus hamburguesas, que son elaboradas con tapapecho –el mismo corte que utilizan en el clásico brisket texano–, y se sirven a punto y jugosas en un esponjoso y levemente dulce pan brioche hecho en casa. Además vienen acompañadas de papas fritas caseras, ajíes apanados o crujientes patacones. ¿Recomendaciones? La Hamburguesa rellena de queso cheddar ($ 6.000), que viene con cebolla al vino tinto, hongos grillados y salsa de queso azul: una verdadera bomba de sabor en la que, por cierto, se puede reemplazar la carne por un portobello asado.
El trío de Minicompletos ($ 7.000) con tres rellenos distintos –como hasbrown, tocino y pepinillos, o palta, tomate, cilantro y porotos negros– también saca aplausos; al igual que los Choritos con papas ($ 5.500): una olla con enormes almejas y choritos que vienen en un sabroso caldo de vino blanco, tomates, cebollas y el infaltable cilantro.
Faltaba un lugar así en Santiago, con buenos precios, platos para compartir y onda relajada. Bravo.
Bravo 951, Providencia. Martes a jueves de 18:30 a 01:30 am, viernes y sábado de 18:30 a 02 am; domingo de 13 a 18. www.bravo951.cl
Yo lo probé y es muy bueno, además, que tengan mesas para compartir le da un ambiente muy informal que permite, incluso, conocer gente, para los más animosos. un acierto.